Otra entrevista que se realizó en el marco del Taller de Revista fue dirigida al director de nuestra Fundación, el Lic. Marcelo Tejerina. A partir de ella, conoceremos con mayor profundidad el funcionamiento y el trabajo de FuDAP, desde sus inicios hasta nuestros días. Además indagaremos su opinión sobre la situación actual de la Salud Mental y algunas recomendaciones que hace en relación a los tratamientos y a la calidad de vida.
¿Qué significan las siglas Fu.D.A.P? ¿A qué se refiere con actividades psicosociales?
Las siglas FuDAP significan Fundación para el desarrollo de actividades psicosociales, las cuales se refieren al conjunto de actividades que se enmarcan dentro de un protocolo de tratamiento integral para la recuperación de habilidades sociales de las personas que están en tratamiento por esquizofrenia, trastorno bipolar y otros, dentro del espectro de la psicosis. Desde la fundación, lo que decimos es que el conjunto de baterías psicosociales corresponde a un grupo de actividades que pone en funcionamiento a la persona para recuperar calidad de vida.
¿Cómo y cuándo se originó la fundación?
En el año 2010 a mí me invitan como psicólogo a participar de la red Sanar, una red de salud mental de Córdoba. Luego de participar de unas reuniones, al finalizar ese año, me proponen realizar un proyecto para trabajar en la parte salud mental con algunos grupos más desprotegidos (que no tenían coberturas ni obras sociales). Esta actividad se hacía en la parroquia la Cripta, en el Cerro de las Rosas, en la Iglesia del Padre Mariani. Allí se trabajaban con diversas problemáticas: salud mental, apoyo escolar, alcohólicos anónimos, entre otras. Por lo tanto al principio tuvimos que dividir y pensar el trabajo de las problemáticas de salud mental desde la inserción social, pensando en crear un espacio para el vínculo y el encuentro con otros. De este modo, junto con la participación de otros jóvenes profesionales, fue tomando idea y se fue gestando el centro de actividades psicosociales, el cual fue abierto en mayo del 2011 con 8 integrantes.
¿Qué es FuDAP y qué función cumple en nuestra sociedad?
FuDAP es una fundación sin fines de lucro cuyo objetivo es la recuperación y rehabilitación de los aspectos más saludables de las personas para que tengan calidad de vida al igual que sus familias. En nuestra sociedad cumple la función de ayudar y orientar a las familias y a las personas que tengan alguna problemática relacionada a la salud mental. Otro objetivo que tenemos es luchar contra el estigma de la salud mental, a fin de evitar y trabajar el desconocimiento, los mitos, las ideas y la discriminación que puede girar en torno a ella.
¿Cuál es su rol dentro de la fundación?
Mi rol es el de director, es ser como la cabeza, voy pensando las estrategias, y voy compartiendo con el equipo que se va sumando al proyecto, para que juntos y con esfuerzo las cosas se puedan concretar.
¿Cómo está integrada y con qué tipo de pacientes se trabaja?
La fundación está integrada desde su comienzo por un equipo interdisciplinario, esto quiere decir que estamos convencidos que para trabajar con estos tipos de tratamientos necesitamos la ayuda de varios profesionales: psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales, abogados, acompañantes terapéuticos y talleristas. Nosotros trabajamos con personas que están dentro de las denominadas enfermedades mentales severas, graves y profundas. Si bien personalmente no me gusta el término que utiliza, la psiquiatría las llama así por el gran deterioro funcional que causa en la persona. Esta disfuncionalidad, también produce un impacto en el entorno de la persona, es por eso que nosotros también trabajamos con las familias.
¿Cómo se financia la fundación?
Se financia a través de algunos convenios y auditorías que hacemos con las obras sociales de los usuarios para que se les pueda cubrir el tratamiento completo. Estos convenios nos sirven para garantizar que las actividades se hagan y también nos permiten becar a algunas personas sin obra social o cobertura.
¿Cuáles son los proyectos a futuro que tiene la fundación?
Los proyectos a futuro giran en torno consolidar los tres proyectos que se vienen haciendo en la fundación. Uno de ellos es el centro de actividades psicosociales, dentro de este proyecto darle forma y continuidad al servicio de inserción laboral y al programa de acción solidaria. A su vez, trabajar otros proyectos relacionados al ensamble en la sociedad en la lucha contra el estigma de la enfermedad, en la psicoeducación y en la promoción de la salud. Otro proyecto importante en el que estamos trabajando consiste en asesorar a las provincias del norte de nuestro país, que no tienen este tipo de tratamientos para que puedan conformarse otros centros de rehabilitación psicosocial. Dentro del equipo terapéutico hay profesionales que están viajando para allá y estamos dando conferencias.
¿Cuál es el vínculo que existe entre la fundación y la ciudad de Barcelona, España?
Es un vínculo de hermandad y fraternidad. Cuando yo estuve haciendo mi especialización allá comenzamos a construir lazos que permitieron intercambios de experiencias, aprendizajes y formación. En Barcelona estos proyectos de rehabilitación psicosocial y participación comunitaria llevan más de 30 años. Por lo tanto surge una relación de capacitación y cruce de experiencias. En estos intercambios surgió el programa de acción solidaria, el cual es apadrinado por ellos.
¿Qué balance puede hacer sobre el funcionamiento de FuDAP, desde sus inicios, hasta el día de hoy?
El balance es positivo ya que la fundación está cumpliendo cinco años. En este tiempo se ha logrado saltos significativos en la calidad de la organización, porque se ha podido consolidar un equipo de trabajo y aéreas de funcionamiento para el trabajo. En la fundación se ha implementando la calidad del servicio, para que los usuarios, las familias y las personas que trabajamos acá podamos sentirnos cómodos y tranquilos, logrando una buena calidad de relación. Otro punto positivo es que existe un reconocimiento en cuanto al trabajo y al funcionamiento de la fundación por parte de otras instituciones reconocidas, por lo que eso también nos da mucha tranquilidad y nos permite seguir trabajando y pensando hacia adelante.
¿Qué opina de las internaciones y de qué manera se podrían evitar?
Con las internaciones tengo un punto medio, porque por un lado no estoy a favor de las internaciones, pero considero que es una de las estrategias terapéuticas que nosotros podemos utilizar. Creo que en situaciones donde la persona está muy desestabilizada o cuando la enfermedad avanzó bastante y eso provoca un gran sufrimiento y malestar en la persona y en la familia, la internación es necesaria. Eso siempre y cuando la persona que está internada, luego, pueda realizar todo un tratamiento afuera, para evitar la cronicidad y las recaídas. Para evitar las internaciones es importante que la persona pueda confiar en el tratamiento y pueda adherirse al mismo, es decir venir y hacer el esfuerzo, para sostenerlo. Desde la fundación, todos los profesionales estamos dispuestos a ayudar para que la persona pueda avanzar. Una de las cosas que considero importante es que las actividades de la fundación sean en contextos naturales, es decir en la comunidad.
¿Qué piensa de la Ley de Salud Mental y su implementación hoy en día?
Creo que la Ley de Salud Mental está muy bien pensada pero la realidad es muy compleja y se hace difícil poder implementarla como se armó. Nosotros en Argentina tenemos un sistema de salud que está pensado a partir de la intervención terciaria, es decir que el sistema médico actúa luego que la enfermedad se desarrolló. De este modo no se trabaja lo previo, y creo que la ley tiene ese desfasaje. Otra cosa que me parece importante es que, en la ley hay muchos conceptos que se podrían revisar, por ejemplo el del certificado de discapacidad. Para mí son situaciones legales que tienen una carga e impacto negativo en las personas, porque después la persona no sabe si es discapacitada o no. Estos conceptos podrían trabajarse y pensar por ejemplo el nombre de “certificado de tratamiento” o algo por el estilo. Igual es importante reconocer que gracias a estos certificados, desde lo legal, la familia puede cubrir el tratamiento y obtener ciertos beneficios. Más allá de ello creo que los usuarios, familiares y profesionales de la salud debemos seguir trabajando arduamente para que la ley pueda cumplirse e implementarse en todos sus aspectos.